viernes, 22 de agosto de 2014

Ser madre soltera, aceptar para ser feliz.



En los últimos tiempos ha habido un incremento de las familias uniparentales compuestas por una mamá sola con sus hijos, según datos del INEC el número de madres solteras en Ecuador Según el Censo 2010, 339.656 mujeres de Ecuador son madres solteras, 4,7% de la población femenina del país y un 38,6% más que en el 2001 cuando la cifra de madres solteras llegaba a 245.002 mujeres.

Cómo se llega a ser madre soltera? 
Algunas de las características es que el 40% de las madres solteras tienen de entre 17 y 20 años, en nuestro medio la razón más común es que dos chicos después de un encuentro sexual sin visión a futuro engendran un bebé que sin duda llega como un balde de agua fría para ellos y para los padres de los implicados, hace algún tiempo cuando se descubría un embarazo la solución a la que recurrían era el matrimonio obligado, lo que trajo consigo muchos problemas como es de suponer ahora si este patrón de embarazo joven se vuelve a repetir ya no es tan común ver a padres exigiendo a sus yernos a contraer nupcias con la embarazada con el fin de tapar el sol con un dedo ahora se prefiere evitar el matrimonio ya sea porque no pueden, no quieren o se considera que no es conveniente formalizar una relación con el padre de la criatura.

Otra razón es la separación de la vida matrimonial ya sea porque una de las partes lo ha elegido o cuando la mujer ha sido víctima de maltratos de cualquier tipo, por fin las mujeres están abriendo los ojos y defendiendo sus derechos, cada vez hay más mujeres que prefieren vivir solas a ser víctimas de un hombre que no les ofrece una vida digna, el derecho a tener una vida sin violencia se valora más. En la actualidad hay más apoyo para las mujeres que han sido sometidas al maltrato pueden denunciar al agresor y tomar las riendas de su vida en busca del bienestar propio y de los hijos.

Asumiendo

Hoy en día ya vamos teniendo un lugar dentro de la sociedad sin embargo seguimos enfrentándonos a muchas dificultades y no son como la mayoría pensara de índole económica, de tiempo, o físico los problemas más grandes a los que nos enfrentamos las madres solteras es de índole emocional.
El querer borrar de nuestro cerebro ese sueño de amor romántico con el príncipe azul, esa idea de casarnos de blanco después de atravesar un ardua travesía para vivir felices para siempre influye negativamente en nuestro estado de ánimo haciéndonos sentir tristes por no tener el “ideal”.
Dejar de lado ese sueño de niñas, reconocer nuestra realidad es uno de los mayores retos que tenemos como madres solteras.

Reconocer que estamos SOLAS es el primer paso para vivir felices.

Si reconocemos y aceptamos positivamente que estamos solas podemos organizarnos de mejor manera saber qué es lo que debemos, cuando y como hacer las cosas de una manera más eficiente. Es necesario ir sanando heridas que tengamos por dentro para no sufrir de vacíos emocionales que pueden afectar nuestra calidad de vida, y si es necesario, acudir con un especialista ventajosamente hay centros de ayuda para todos los gustos y bolsillos el ministerio de salud a través de los centros y sub-centros de salud ofrecen ayuda gratuita sicológica y de apoyo a madres solteras y mucho más si has dado a luz dentro del sistema público.  

El entorno ayuda muy poco, a pesar de que en el Ecuador las mentes más cerradas se han ido abriendo un poco aún hay esos seres despreciables que se creen con el poder divino de juzgar.
Nos encontramos con personas que incluso en presencia de nuestros pequeños, nos piden detalles con frases como ”y el papá?” “que pena pero que dice?” “Así son hija, unos desgraciados” y nos tratan como si hubiéramos sufrido algún tipo de desgracia un accidente terrible! Murmuran entre sí, hablan a nuestras espaldas empezando por nuestra familia sobre lo tontas que somos o de lo pobrecitas que somos o de la gran carga que llevamos.

Somos blanco de miradas, como si estuvieran viendo seres de otra galaxia, cuando una de las principales razones para ser madres solteras se debe a la decisión que tomamos las mujeres, es mejor ser soltera a estar al lado de un hombre que no te ama con una relación fracasada desde el inicio, el estar sola aunque no lo creas es una oportunidad para desarrollar habilidades y capacidades que no sabías que tienes.
Recuerdo una vez que fui víctima de bullying por parte de unos miembros de una religión (o secta) que conocemos como los “cristianos” creo haberme sentido como María Magdalena cuando fue acusada de adulterio pues era gente que me señalaba, me acusaba y me decían que debería sentir vergüenza de ser madre soltera que bla bla bla, pues la verdad me sentí histérica porque tenían razones tan obsoletas que ni siquiera podía haberle atribuido ese tipo de argumentos a mis abuelos,  respetaba y respeto  mucho a estas personas, la diferencia y elección de culto, me hubiera gustado que ellos me hubiesen respetado a mí.

Es prudente y necesario vivir con dignidad que a todo pulmón reafirmemos que somos madres solteras que estamos felices de serlo, felices de haber tomado la decisión en su día, que somos dichosas de vivir con nuestros hijos como únicas cuidadoras, orgullosas de lo que somos y de cada logro que conquistamos a diario.

No hay porque satanizar al hombre (claro que existen las excepciones) 

Victimizarnos y hecharle la culpa al hombre (que nosotras escogimos) no es razonable, el asumir las consecuencias de nuestros actos, perdonar y perdonarnos es muy sano y liberador, en cuanto a ellos muchas veces es más valiente el muchacho que dice no a un matrimonio que no desea, al que por miedo pide la mano de la muchacha embarazada que realmente no quiere y que muchas veces por más esfuerzos que haga no logrará corresponder un amor que la otra parte se merece (a pesar de que su actuar haya sido con la mejor intensión), tampoco digo que por esta razón sea un buen hombre y debas correr tras de él y caer en la humillación siempre las cosas pasan por razones que sabemos muy bien aunque no las queramos reconocer.


En fin el ser madre soltera no tiene porque ser visto como un defecto o como una virtud simplemente es una realidad que algunas mujeres atravesamos y debemos sacarle el jugo hacer lo posible por vivir felices y hacer felices a esos pequeños seres que juegan y gritan y dan besitos y nos abrazan con sus delicadas manos y por quienes debemos siempre trabajar para ser mejores cada día.
Un abrazo
Grace Calderón C.

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